Phil Kelly nació en 1950 en Dublín, capital de la República de Irlanda; realizó sus estudios académicos en la Universidad de Bristol, en Inglaterra, y posteriormente se lanzó a conocer el mundo, viviendo en distintos países. Actualmente su obra forma parte de colecciones particulares en México, Estados Unidos, Inglaterra, Irlanda, Alemania y Portugal. Phil Kelly vivió en la Ciudad de México alrededor de 25 años, donde realizó su carrera como pintor.
La obra de Kelly está centrada en retratar la vida de la ciudad, su gente y la cultura de esta vibrante metrópoli.
Como pintor, Phil Kelly maneja pinceladas enérgicas, basadas en el ritmo de la aplicación, y una paleta de colores brillantes, vivos, que sin embargo no persiguen la estridencia sino la armonía. Phil Kelly ha mirado con otros ojos la Ciudad de México y ha preferido posarse en lo inadvertido de la cotidianeidad.
Nadie pensaría en temas de paisaje de un circuito interior o de puestos ambulantes; sin embargo esa mirada especial ha hecho de este pintor un “chilango” por adopción y uno de los mejores exponentes del urbanismo. Por las características de su estilo directo, la factura de su obra pictórica y la relación entre la realidad y la representación pictórica, la carrera de Phil Kelly ha sido objeto de numerosas exposiciones en galerías y museos.
En Oaxaca, en el Museo de Arte Contemporáneo y en el Convento de Santo Domingo; en Yucatán, en el Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán; en la Ciudad de México, en el Museo de Arte Moderno, en el Museo de la Ciudad de México, en la Galería de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Phil Kelly dijo: “En México encuentro todo en una gama que va de lo más hermoso hasta la vida. Llegué aquí y tuve la vitalidad de la música, el encanto de cada día, la poesía y un ritmo que no existe en la mayoría de las ciudades”.
Fernando Solana Olivares ha dicho de la obra de Phil: “Kelly interviene el cuadro con el cuerpo, trabaja con sus aceites como si fueran pigmentos de una sola oportunidad. El gesto se hace como si fuera línea, la fuerza se convierte en método. Pintura del atrevimiento, del valor, del abandono del pintor.”