7 de diciembre de 1997
María José Kelly nació y creció en una atmósfera de imágenes estridentes capturadas por su padre en lienzos o en papel, completadas por el olor a óleo mezclado con aromas de cocina europea y mexicana. Así pues, le resultaría casi imposible escapar de esa voluntad de continuar la estimulación de los sentidos a través del arte, y desde muy temprana edad, María José permanecería atenta a la aparición mágica de trazos a través del movimiento de la mano.
Su gusto por la fotografía encuentra una comunión con su amor por la pintura en su trabajo. Al tomar sus fotografías como modelo del mundo y traducirlo al lienzo, María José nos sumerge en paisajes urbanos y cotidianos de los que se apropia, creando así lugares ficticios de escenarios reales. Ella no busca la mimesis, sino producir a partir de su vida interior, desde su relación con los objetos que plasma, sus recuerdos y sensaciones.
Con sus lienzos, esta artista mexicana de veintidós años nos invita a volver a tomar control sobre dónde centramos nuestra atención. Por medio del uso de texturas y colores saturados, las escenas aisladas que congela en sus obras nos proponen sentir su arte, más que observarlo. Ella no busca que entendamos lo que quiso decir, sino que sintamos lo que vemos y tomemos un mensaje desde nosotros mismos.
Los paisajes no son su único objeto artístico. En sus obras hayamos experimentaciones y reflexiones sobre el cuerpo al desnudo y autorretratos, que le sirve como una constante práctica técnica, lo que mantiene su vocación y capacidades artísticas listas en el momento que la inspiración la golpeé.
La emoción es una fuente de vida, nos recuerda todo aquello que es difícil expresar con palabras. Las obras de María José, son emociones sin contexto obvio para quien las ve. No obstante, son paisajes que reconocemos y podemos hilar a experiencias propias. Su arte se vuelve un puente entre su mundo interno y el nuestro, lo que hace florecer un sentido de empatía y autodescubrimiento.
Sus estudios y logros:
Sus aprendizajes principalmente provienen de su experiencia autodidacta y la suma de distintos cursos y talleres que la artista ha tomado a lo largo de los años, María José ha tomado cursos de pintura con Ana García Kobeh y con el pintor Germán Venegas en Oaxaca. Participó en varios cursos de dibujo al desnudo en la galería “El Rojo de Tacubaya” y en cursos de escultura en el taller del maestro Aceves Navarro, al igual que en un curso de tinta china al desnudo con Tabatha Badin.
Su arte ha sido expuesto y reconocido en distintos lugares como en el “Café hojas de té” en el cual tuvo una exposición de arte individual en 2019. También ese mismo año participó en una exposición colectiva en Espacio SEG.
A principios de año tuvo una subasta de arte individual en “La fonda portuguesa”.